Hace 400 años en cierto país de los mares del Norte, existió un hombre
llamado Montblac Norland. Un explorador cuyas historias narraban grandes
aventuras de sus viajes alrededor del mundo. Sonaban como mentiras pero
la población nunca podía determinar si eran ciertas o no.
En una ocasión Norland se fue de excursión y cuando volvió le informó
al rey diciéndole que había visto una montaña de oro en una isla a
través de los grandes mares. Para verlo por sí mismo, el valiente rey
tomó 2000 guerreros y cruzó los grandes mares, luchó contra poderosas
tormentas y enormes monstruos marinos.
Finalmente el Rey, Norland y 100 soldados desembarcaron en la isla, pero
no había nada más que selva en esta. Norland fue condenado a muerte por
sus mentiras, siendo sus últimas palabras: "¡¡Seguramente esa parte de
la isla se haya hundido y ahora esté al fondo del mar!!".
El Rey y los
ciudadanos se sorprendieron, pensando que Norland no dejó de mentir
hasta su muerte...